¿Me puedo comer un producto caducado? Pero en la etiqueta pone consumo preferente… ¿Es lo mismo, no? ¿O hay productos que sí podemos comer aunque estén caducados? ¿Cuáles son esos productos? Pues nada, si no lo tenemos claro, cogemos la comida y la tiramos a la basura… y así entre todos y todas tiramos 1300 millones de toneladas a la basura.
Pues bien, con este post, vamos a intentar aportar nuestro granito de arena al mundo y aclarar un poquito estos dos conceptos.
Por un lado está la fecha de caducidad, esto lo que nos indica es que el producto no se puede consumir una vez sobrepasada. La fecha de caducidad se utiliza para aquellos productos que puede ser peligroso su consumo cuando la superamos, ya que pueden desarrollar bacterias patógenas (es decir, bacterias que pueden causarnos enfermedades). Estos productos son carnes, pescados, platos precocinados, etc. Y para evitar que el producto se caduque en nuestras neveras, una buena práctica a seguir sería congelarlo unos días antes de que se caduque. Eso si, tenemos que tener en cuenta que estos productos no han debido ser congelados previamente, y una vez los descongelemos para consumirlos lo hagamos inmediatamente después de su descongelación. Y ya que estamos, recordad que la mejor forma de descongelar es en la nevera o cocinarlos directamente.
Y por otro lado tenemos el consumo preferente, ese gran desconocido… Lo que los productores de alimentos nos indican, y garantizan, con el consumo preferente es que el producto mantendrá sus características organolépticas (olor, color, sabor y textura) hasta esa fecha. ¿Y qué pasa a partir de ahí? Pues que podemos consumirlo, aunque quizás nos encontremos con que está un poco rancio, correoso, que ha perdido el color,… Estos alimentos son los que contienen poco agua como cereales, pastas, aceite, legumbres, productos esterilizados, etc.
Esperemos haber aportado un poco de luz a este tema, seguiremos escribiendo sobre ello, ¡¡pero si os surge cualquier duda no dejéis de preguntarnos!!
Laura Moya Torvisco